Hiedra reciclaje

Recuperación de la biodiversidad

“El proyecto para la restauración del depósito controlado de La Vall d’en Joan compatibilizó en una sola operación la necesidad de resolver un complejo problema técnico, la voluntad de construir un nuevo paisaje y la posibilidad de conseguir un nuevo espacio público.”

 

Figura 01: vista de la fase 1 y 2 restauradas. Año 2009
Figura 01: vista de la fase 1 y 2 restauradas. Año 2009

 

El proyecto para la Restauración Paisajística de un espacio tan singular como el Depósito Controlado del Garraf debió -como primer desafío- resolver la complejidad de las relaciones entre las disciplinas que entraban en juego: las diversas ingenierías, el paisajismo, la producción y gestión energética, la gestión de residuos, la depuración y gestión de fluidos y la recuperación de la biodiversidad.

Para Batlle i Roig Arquitectes, resolver este complejo desafío significó poner la problemática bajo la perspectiva de la Arquitectura -una disciplina normalmente ajena a esta clase de intervenciones- y aportar lo mejor de nuestros valores intrínsecos: del Paisajismo, de la Agronomía, la Geología o el Urbanismo.

La restauración propuesta trata de conseguir la integración del Depósito en el Parque Natural del Garraf a partir de la utilización del lenguaje agrícola. De esta forma, tanto la topografía creada –que responde al sistema de taludes y terrazas agrícola- como la vegetación introducida –especies tomadas de la herencia agrícola de la zona, combinadas con variedades endémicas- generarán las condiciones ambientales primigenias que permitirán volver al biotopo original, siendo invadidas progresivamente por las comunidades biológicas hasta alcanzar la completa restauración del lugar.

 

Figura 02: vista desde el acceso principal. Año 2009
Figura 02: vista desde el acceso principal. Año 2009

 

La vocación de espacio público que se ha imprimido en la intervención trata de potenciar el carácter y la vinculación con la red de espacios del área Metropolitana; confiamos en la conciencia ambiental que estos lugares pueden generar a través de su puesta en valor. Aprovechando su proximidad a varias ciudades del Área Metropolitana, junto con el sistema de conectividad existente –a la red viaria, incluyendo acceso y aparcamiento y a la red de senderos, conectando con el GR92- se podría pensar en este nuevo lugar como una nueva y simbólica puerta de entrada al Parque Natural del Garraf.

 

 

El lugar

 

Figuras 03, 04, 05: estado previo a la restauración. Año 2000
Figuras 03, 04, 05: estado previo a la restauración. Año 2000

 

El depósito de La Vall d’en Joan se encuentra dentro del Parque Natural del Garraf en los términos municipales de Begues y Gavà, en la comarca del Baix Llobregat. El inicio de la explotación del depósito es del año 1974 con el vertido, desde entonces, de gran parte de los residuos urbanos de Barcelona y los municipios de su área metropolitana. El depósito ocupa una extensión de más de 60 hectáreas de las cuales la mitad ya han sido restauradas a partir del proyecto que aquí se presenta.

El Macizo del Garraf tiene una estructura geológica de tipo cárstico, constituida principalmente por materiales calcáreos, en la que la acción erosiva del agua da lugar a fenómenos de disolución que modelan con facilidad el paisaje superficial y subterráneo. El relieve es predominantemente bajo, las simas redondeadas y los valles profundos, como ejemplifica La Vall d’en Joan en su estado inicial, característica que llevó a escogerlo como localización del depósito controlado. Se trata de un sistema natural muy permeable, con suelos que retienen las aguas pluviales con dificultad, por lo que no favorece la aparición de grandes masas vegetales. El margallón, el lentisco, la encina, el pino blanco, el algarrobo y el tomillo son algunas de las especies vegetales más características; la jineta, el cuervo, la tortuga, el águila, el halcón y diversos tipos de anfibios, reptiles y arácnidos endémicos constituyen su fauna habitual.

Son precisamente estos rasgos los que otorgan al macizo del Garraf y a los ecosistemas que contiene, su gran valor como patrimonio natural. Son estos rasgos también los que hacen imprescindible una labor de restauración atenta al detalle, sensible a la fragilidad de su equilibrio natural.

Los trabajos de impermeabilización previos al inicio de los vertidos datan de 1972, a cargo del consorcio de empresas adjudicatarias de la gestión. Estos trabajos consistieron en la impermeabilización de las 70 hectáreas de la cubeta de vertido mediante arcillas, en la instalación de sistemas de drenaje y de recogida de aguas pluviales y también de los lixiviados procedentes de la descomposición de la materia orgánica, para los que también se construyeron unas instalaciones de depuración.

 

Figuras 06, 07, 08, 09: evolución histórica del emplazamiento
Figuras 06, 07, 08, 09: evolución histórica del emplazamiento

 

La situación del depósito en el momento previo a la restauración era resultado de un simple recubrimiento de tierra sobre los residuos. Este recubrimiento configuraba una explanada de fuerte pendiente que no implicaba, evidentemente, su sellado definitivo. Esta inmensa explanada recorría la forma de La Vall d’en Joan ofreciendo una imagen sorprendente, que contrastaba fuertemente con la singularidad orográfica y vegetal de los paisajes colindantes.

 

 Figuras 10, 11: residuos acumulados en el Vertedero del Garraf (1974-2006)

 

La Vall d’en Joan se había llenado con más de 80 metros de espesor de residuos  26.676.000 de toneladas en sus treinta y dos años de funcionamiento- y los problemas producidos por las escorrentías habían comportado la necesidad de realizar obras adicionales en 1997 que evitasen la continua contaminación de los freáticos.

La primera actuación tuvo como finalidad la reducción de las aguas pluviales infiltradas por la superficie del vertedero. Se evitó la escorrentía natural del valle con 1,7 km de cunetas perimetrales que evitaron que aguas limpias procedentes de las cumbres acabasen dentro del sistema de agua interno del vertedero y reducir considerablemente el caudal de lixiviados.

 

 Figura 12: volumen de lixiviados tratados (2001-2006)

 

Para recoger estas aguas semilimpias, se construyó una una red de captación y una nueva balsa de 3000 m3 -que complementaría a la existente, dedicada solamente a la captación de lixiviados-. También en este periodo se inicia la primera experiencia de desgasificación con recuperación energética –sus 70 pozos de extracción de biogás de la zona colmatada y la puesta en servicio de un grupo generador de 1MW-, punto que marcará el inicio de una nueva etapa. A partir de este momento, esta nueva superficie productiva –70.000.000 m3 de biogás al año- se considera un espacio clausurado, evitando el paso de los vehículos de descarga y generando un nuevo escenario que significará el primer paso hacia a la futura restauración.

 

 

Las técnicas de clausura y sellado

El sellado del depósito está compuesto por una sucesión de capas que se dispusieron sobre los residuos con el objetivo doble de evitar que los gases que se producen dentro del depósito emerjan hacia la superficie y de impedir que las aguas de lluvia superficiales infiltren hacia el interior del depósito con la consecuente contaminación de las mismas. Asimismo, las últimas capas se realizaron con tierra seleccionada para favorecer las posibles plantaciones.

 

Figuras 12 y 13: esquema de captación del biogás. Curva estimada de producción de biogás
Figura 13: esquema de captación del biogás. Curva estimada de producción de biogás

 

El biogás que se produce en el interior del depósito se extrae a partir de varios pozos que permiten un rendimiento eléctrico de más de 80 Gwh al año, que sería la energía equivalente necesaria para una ciudad de 12.000 habitantes en un año. Esta extracción del metano evita, además, un impacto ambiental equivalente a 600.000 T de CO2.

La red de drenajes permite conducir las aguas de lluvia hacia los dos perímetros del emplazamiento, y desde estos, conducirse aguas abajo del arroyo sin que se mezclen con las aguas infiltradas en el interior del vaso. El proyecto planteó también la construcción de varias balsas de retención de agua de lluvia con el objetivo de poder regar las plantaciones realizadas durante los primeros años de implantación.

 

Figura 14: balsas de recogida de aguas pluviales
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 14: balsas de recogida de aguas pluviales

Pero la dificultad principal se encontraba en pensar cuál era la estrategia topográfica que se planteaba para clausurar el depósito. Desde los requerimientos técnicos se sugería la creación de varias plataformas que redujeran las fuertes pendientes y evitaran las escorrentías superficiales. Estas plataformas se podrían formar a partir de la construcción de varios diques de arcilla que en su parte superior dispondrían de unas cunetas que podrían recoger el agua superficial para conducirla hacia el exterior. Pero según parecía, las plataformas, los diques y las cunetas no daban lugar a un paisaje y se requería alguna idea más.

El encargo que se nos realizó a un grupo pluridisciplinar que incluía arquitectos, paisajistas, geólogos e ingenieros medioambientales llevaba por título: «Restauración paisajística del depósito de La Vall d’en Joan». Como es habitual el título llevaba implícitamente en sus palabras uno de los principales objetivos de la actuación: restaurar el paisaje que se había degradado. Es decir, conseguir hacer un proyecto que volviera a crear un paisaje como el que se había perdido con los más de 30 años de vertidos supuestamente controlados.

Pero ¿es posible imitar un paisaje natural? ¿Nos podemos llegar a creer que volveremos a hacer un paisaje natural encima de un lugar que ha perdido todas sus características originales?

 

 

La agricultura como sistema para recuperar la vida perdida

 

Figura 15: mantenimiento y productividad fruto de la actividad agrícola
Figura 15: mantenimiento y productividad fruto de la actividad agrícola

 

La organización técnica encargada del sellado proponía la estructuración del lugar mediante un recorrido ascendente entre terrazas estabilizantes y taludes de apoyo. La similitud de esta organización con un sistema agrícola era evidente y eso nos llevó a elegir la agricultura como idea para el nuevo paisaje a construir.

Obviamente, la morfología del vertedero antes de la restauración era totalmente diferente a la del paisaje original de La Vall d’en Joan. Sin embargo en otros lugares del Garraf existen valles cultivados, modificados mediante técnicas agrícolas de adaptación topográfica; con un sistema de construcción de terrazas, control de las aguas y desarrollo de cultivos que presentan muchas similitudes con las necesidades técnicas que se debían resolver en la clausura y sellado del vertedero. Pero no era sólo esta similitud lo que nos atraía, sino también la convicción de que la utilización de sistemas agrícolas es la forma más eficaz y lógica de intervenir en la restauración de paisajes degradados por su capacidad de dotarlos de reglas de ordenación, mantenimiento y pervivencia. En otras palabras, se podría llegar a decir que la agricultura es un sistema que nos permite cultivar la recuperación de la vida perdida.

Esta conversión del vertedero en un paisaje agrícola se sustentó en tres situaciones claves: topografía, hidráulica y vegetación. Como ya se ha explicado, el sistema topográfico ya venía resuelto por el proyecto técnico del sellado. Si en el proyecto de clausura se hablaba de diques y plataformas, en el proyecto de restauración paisajística se hablaría de terrazas agrícolas con bancales arbolados y campos cultivados.

 

Figuras 16 y 17: esquemas de sistema constructivo y de vegetación heredados de la agricultura tradicional
Figuras 16 y 17: esquemas de sistema constructivo y de vegetación heredados de la agricultura tradicional

 

Los problemas hidráulicos del nuevo paisaje se debían resolver desde el propio proyecto, evitando que las aguas se infiltraran en el interior del vaso y alcanzando las reservas necesarias para poder implantar la vegetación deseada. Para ello se utilizaron sistemas de drenaje instalados consecutivamente a través de las terrazas agrícolas, lo que permitiría conducir las aguas de lluvia hacia los depósitos de reserva implantados en los márgenes para, mediante la energía proveniente de la reconversión del biogás, poder abastecer el sistema de riego.

El proceso de implantación de la vegetación se realizó utilizando especies autóctonas, de pocas necesidades hídricas y muy adaptadas al medio. La plantación se organizó con especies arbustivas y arbóreas en los taludes y con cultivos de gramíneas y leguminosas autóctonas en los campos, utilizando el recurso de los mosaicos agroforestales cercanos y potenciando los ecosistemas primarios que se establecen en este tipo de estructura agrícola. El desarrollo agrícola que se pretendía en las sucesivas terrazas está evolucionando hacia situaciones totalmente adaptadas al entorno. Las terrazas se cultivan durante un periodo de tiempo hasta que los diversos taludes se han consolidado, después se deja que los cultivos evolucionen hacia los paisajes del entorno con el objetivo final de que en un futuro próximo su imagen se reintegre totalmente en el Parque Natural del Garraf.

 

 

Un espacio natural accesible

“La voluntad de esta restauración no consiste exclusivamente en su reintegración al paisaje, sino que se ha querido también que sea una muestra de las nuevas actitudes que la sociedad ha de emprender en relación con los temas medioambientales”

 

Figura 18: vista de la masía restaurada para espacio de divulgación
Figura 18: vista de la masía restaurada para espacio de divulgación

 

Los diques y plataformas del proyecto técnico de clausura se convirtieron en bancales arbolados y campos cultivados gracias al proyecto paisajístico, abriéndose así la posibilidad de complementar la actuación con la utilización pública del nuevo espacio creado.

La organización agrícola propuesta se puede asimilar a un jardín, a la manera de los jardines italianos asentados sobre las vertientes, bien orientados y ordenados y con terrazas arboladas. Su dimensión, su proximidad a muchos núcleos urbanos y su situación dentro del Parque Natural del Garraf nos pueden permitir calificarlo como parque metropolitano. Esto determinó que el recorrido que une todas las terrazas no se entendiera exclusivamente como un vial de mantenimiento, sino como un camino que comunica la metrópoli con el Parque Natural del Garraf.

 

Figura 19: vista del acceso al recinto de la Vall d’En Joan y muros reciclados vegetales
Figura 19: vista del acceso al recinto de la Vall d’En Joan y muros reciclados vegetales

 

La voluntad primigenia es la de que se entienda el proyecto de restauración como una muestra de las nuevas actitudes que la sociedad debe tomar en relación a los temas medioambientales. Para ello se potenció la creación de un acceso público a la zona restaurada, donde se construyó un aparcamiento y donde se restauró una antigua masía abandonada para centro divulgativo de los trabajos realizados. El vial de acceso se convierte en la puerta de este nuevo paisaje, desde el que se puede acceder a los miradores creados para observar la restauración o el propio camino que recorre las diversas terrazas hasta llegar al sendero de largo recorrido GR92 que se encuentra en la parte superior del depósito. A lo largo del vial de acceso unos muros «ecológicos» hechos de residuos y cubiertos de vegetación nos acompañan hacia este nuevo lugar, recordando cuál fue su origen, cómo se usó durante décadas y como, finalmente, se rescató para su uso público.

“A lo largo del camino de acceso, unos extraños artefactos nos acompañan hacia este nuevo lugar, recordándonos que en él se vertieron muchos residuos pero que, posteriormente, fuimos capaces de devolverle la vida”

 

 

Un nuevo espacio público urbano europeo

 

Figura 20: detalle de los muros vegetales, construidos a base de productos no degradables del antiguo vertedero
Figura 20: detalle de los muros vegetales, construidos a base de productos no degradables del antiguo vertedero

 

Para nuestra sorpresa, el proyecto de restauración de La Vall d’en Joan ha tenido una amplia divulgación y ha obtenido varios premios internacionales. Uno de los premios obtenidos fue el primer premio al mejor Espacio Público Urbano Europeo de 2004, otorgado por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y de otras instituciones internacionales.

Parece que alguien entre el público asistente se interesó por la singularidad del premio y preguntó que “¿cómo era que la restauración paisajística de un vertedero había sido elegido como el mejor Espacio Público Urbano Europeo?».

Un miembro del jurado desarrolló las justificaciones y dijo: «Es fácil comprobar que se trata de un espacio Europeo pero trataré de explicar sus condiciones de Público y de Urbano.

¿No es Urbano un lugar donde están los residuos de más de 30 años de gran parte de una metrópoli como Barcelona? ¿Es más urbana la plaza Cataluña que este lugar? ¿No es verdad que deberíamos considerar urbanos todos aquellos espacios donde se resuelven los problemas de la ciudad?

¿Y público? El programa inicial sólo pretendía resolver un problema técnico y obtener un nuevo paisaje, pero esta propuestale quiso otorgar la condición de público, de espacio libre que se puede visitar y que permite conectar los tejidos urbanos cercanos con los espacios naturales que queremos preservar.»

 

Figura 21: planta general del proyecto. Fases 1, 2, 3 y 4
Figura 21: planta general del proyecto. Fases 1, 2, 3 y 4

 

 

 

Relación de premios del proyecto

Restauración paisajística del depósito controlado de “La Vall d’en Joan” en el Parque Natural del Garraf

2014

International Architecture Awards.Obra: “Landscape restoration of the controlled rubbish dump “La Vall d’en Joan” / PRIMER PREMIO

8ª Bienal Internacional de Paisaje Rosa Barba, Obra: “Restauración paisajística del depósito controlado de “La Vall d’en Joan” en el Parque Natural del Garraf” / FINALISTA

2008

WAF2008 – World Architecture Festival.Categoría Energy, Waste & Recycling. Obra: “Landscape restoration of the controlled rubbish dump la Vall d’en Joan” / PRIMER PREMIO

2007

Bienal Española de arquitectura y urbanismo, IX edición. Obra: “Restauración paisajística del depósito controlado de “La Vall d’en Joan” en el Parque Natural del Garraf” / SELECCIONADO

2006

PREMIO Mediterráneo Del Paisaje. Categoría Obra Construida. “Restauración paisajística del depósito controlado de “La Vall d’en Joan” en el Parque Natural del Garraf”, Barcelona / PRIMER PREMIO

2005

Trienal de Arquitectura del Baix Llobregat. Categoría Espacios Exteriores e Innovación Tecnológica. Obra: “Restauración paisajística del depósito controlado de “La Vall d’en Joan” en el Parque Natural del Garraf”/ FINALISTA

PREMIO Construmat 2005. Obra: “Restauración paisajística del depósito controlado de “La Vall d’en Joan” en el Parque Natural del Garraf”, Barcelona / SELECCIONADO

2004

Premio Europeo de Espacio Público Urbano 2004. Obra: “Restauración paisajística del depósito controlado de “La Vall d’en Joan” en el Parque Natural del Garraf”, Barcelona / PRIMER PREMIO

PREMIOS FAD’04. Categoría Espacio Público. Obra: “Restauración paisajística del depósito controlado de “La Vall d’en Joan” en el Parque Natural del Garraf”, Barcelona / FINALISTA

Fuente:

http://www.planur-e.es/miscelanea/view/restauraci-n-paisaj-stica-del-vertedero-de-la-vall-d-en-joan-en-el-parque-natural-del-garraf/full


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