Cerca de 17.000 personas resultaron heridas y 166 murieron, en la Florida, por accidentes en los que el conductor del vehículo huyó del sitio donde se produjo la tragedia
En la mañana de 2012, en el viaducto Rickenbacker, a la entrada de Key Biscayne, un ciclista fue arrollado por un hombre que huyó del sitio del accidente, dejando al deportista muerto en la calle. Las características de la tragedia motivaron dos proyectos: incrementar las penas para los conductores que abandonan el sitio donde producen un accidente fatal y la ampliación del viaducto donde sucedió el lamentable hecho.
En el primer caso, en estos momentos la legislatura estatal ya aprobó, tanto en el Senado como en la Cámara, una ley que, precisamente, buscó acabar con un vacío en las normas: la persona que dejó el lugar donde provocó la muerte de un ciclista, muy conocido en la comunidad, en cierta forma lo favoreció la ley porque no se pudo comprobar que, al atropellar al ciclista, el conductor manejaba en estado de embriaguez, a pesar de que sí se pudo establecer que momentos antes esa persona había estado en un bar. Al final, quien mató, sin intención, al ciclista, obtuvo una pena de 21 meses. Si no hubiera huido de la escena, habría tenido una pena de mínimo cuatro años.
Con la nueva ley, que espera la firma del gobernador Rick Scott, cualquier conductor que, al producir un accidente fatal huya de la escena del mismo, tendrá una pena mínima obligatoria de cuatro años y será culpable de un delito grave en segundo grado.
Esto es clave dado que el condado Miami-Dade es el que tiene el índice más alto de choferes que atropellan a un peatón o ciclista y huyen del sitio.
La otra respuesta
El segundo proyecto, liderado por el arquitecto y diseñador urbano Bernard Zyscovich (también apasionado del ciclismo) busca ampliar y redefinir los carriles que tiene el viaducto Rickenbacker con el propósito de que, como lo dice Suría Yaffar, una de las socias de la empresa de arquitectos de Zyscovich, «haya un equilibrio entre peatones, ciclistas y automóviles, equilibrio que en este momento no existe».
El proyecto, que aún está en su etapa conceptual, busca recuperar uno de los carriles del Rickenbacker para los peatones y ciclistas. El también llamado Plan Z, quiere además recuperar cerca de 4 hectáreas de zonas verdes para convertirlas en un parque recreativo y en un sitio seguro donde los ciclistas y quienes salen a trotar, puedan disfrutar sus actividades sin el peligro de ser arrollados por un automóvil.
En la actualidad, la oficina de Zyscovich está en conversaciones con el Condado y con el senador Díaz de la Portilla para que, como complemento de la ley que incrementa las penas para conductores que huyen de la escena de un accidente, también se den recursos estatales para desarrollar este proyecto en Key Biscayne, una ciudad en la que, a diario, cientos de personas, de todas las edades, sale a correr o a montar en bicicleta en un áreas que aún es demasiado peligrosa, sobre todo en el Rickenbacker que es confuso en el diseño de los carriles y, por lo tanto, incrementar el riesgo para los peatones.
Fuente › beta.diariolasamericas.com
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